Era de noche, y Almendra ,una niña amorosa,con ojos grandes y mirada dulce, comtemplaba la ventana. Perdida en sus recuerdos divisaba luces de la ruta, pero no veia objetos ,solo sombras,figuras,ya que llovia con mucha intensidad.
Era nochebuena y pronto debería preparar la mesa para festejar junto a su familia, tenía un hermano mayor, papá y un perrito que amaba con todo su corazón.
La lluvia siempre la trasladaba hacia el pasado, donde fue muy feliz, pero también vivió experiencias extrañas . La lluvia traia consigo melancolia, desolación mezclado con una sensación de ternura y amor.
Recordaba esa noche, particularmente, la nochebuena del año anterior, cuando por primera vez habia ocurrido un suceso inolvidable.
Almendra con toda su familia viajaron a Ushuaia , donde sus primos y tios vivian y cada tanto los iban a ver. Llegaron un 20 de diciembre , llegaron con tiempo para hacer los preparativos para nochebuena y navidad, preparar la cena, decorar y decidieron hacerlo en diferentes etapas y dias asi podian hacer cosas diferentes y todos los dias seria una aventura.
Era una época hermosa, decoraron un árbol grande y decidieron hacer un buffet frio para la celebración.
Llegó el dia, con sus primos pusieron la mesa, mientras su papá y su tio se encontraban comprando regalos para aquella noche. El perro se comportaba extraño y muy raro, pero ella hacia caso omiso ya que pensaba que seguramente la mascota habria sufrido un trastorno debido al viaje o que no se sentia a gusto ya que no era su hogar.
Estaban todos cenando , la noche era hermosa , la decoración navideña abundante y delicada, todo marchaba de lo mejor, hasta que se corta la luz subitamente.
Suena el telefono, y Almendra se sobresalta pero notó que nadie se habia inmutado y exclamó quien será? Atiendo yo?. Nadie entendia lo que la pequeña estaba diciendo , por lo que Almendra optó por pararse a atender el telefono. Una mujer con voz muy dulce, del otro lado le responde al saludo inicial, hija, feliz navidad!.
Quedó petrificada, sin saber como responder , quizá cualquiera hubiera dicho equivocado , ya que allí ella era la unica mujer de su familia, su madre habia fallecido. Pero no, se quedó inmovil, algo dentro suyo le decia que ese mensaje era para ella. Al ver su rostro pálido , el padre le pregunta, quien es? Cuando sonó? Que te dijeron? , la niña responde, una señora. El padre agarra el telefono y comprueba que el aparato no tenia tono.
Almendra interpretó que su madre le había hablado esa noche, pero su familia creia que estaba sensible y que ya que ella era muy soñadora seguramente era producto de su imaginación.
Ella no recordaba a su madre, no recordaba su voz, pero esa dulce mujer parecia como si la hubiese querido llamar y felicitarla.
No se tocó más el tema, ellos pasaron una linda nochebuena, comieron, abrieron los regalos y volvieron para Buenos Aires.
Contemplando la ventana aquella noche, pensó que su madre nunca más se habia querido comunicar con ella, y se entristeció. Irrumpe su padre, y la saca de su ensimismamiento.
Habia llegado antes del trabajo para darle regalo de navidad y al verla tan triste , melancolica, optó por no esperar hasta medianoche, y le dio su regalo.
Almendra muy emocionada, observa, abre el paquete y se encuentra con una caja musical, viejita pero sana,cuando la abre tenia espejos y una bailarina, que debía girar al ritmo de “para elisa” una vez girada la tuerca.Entusiasmada, prueba,y no funciona. La bailarina inmovil y la musica se detuvo. Su padre muy enojado le cuenta que le compró aquella cajita en una tienda antigua, ya que sabia que a ella le gustaba esas cositas “vintage” , pero que corria el riesgo que no funcionaran correctamente, aunque antes de comprarla habian corroborado que funcionase bien con el vendedor.
El padre decidió revisar el motorcito, quizá era un desperfecto solucionable. Desarmó la cajita y encontró en las ruedas dentadas junto al cilindro que permite que salgan las ondas sonoras un papelito chiquito.
Se asombró , porque eso no se encontraba alli antes, andaba perfectamente la cajita y si hubiera estado eso alli no hubiera sonado nunca correctamente.
Agarró la tirita de papel y se lo mostró a su hija, juntos leyeron y decia: hija, feliz navidad!
Ambos quedaron paralizados , sus ojos se llenaron de lagrimas , y comprendieron que ese mensaje no era al azar, y que su esposa, y madre de Almendra habia estado presente cada dia...
